“ Volver
significa experimentar la maravillosa sensación del reencuentro y la tristeza de los que no están”
A
veces volver lleva consigo el miedo a no encontrar a aquellos que ya forman
parte de tu vida.
Entrar
en una aldea y ver como los niños te rodean llamándote por tu nombre, dibujada
la sonrisa en sus rostros, es una verdadera inyección de alegría. Poco a poco
aparecen las madres y comienzan los saludos y las risas, risas del reencuentro.
Nos acomodan y nos entrega el agua de la bienvenida, los niños hacen un corro,
las mujeres otro y más tarde aparece el jefe de la aldea y los hombres que
vienen del campo.
Siempre,
en el centro de la aldea a modo de antiguo foro romano, se encuentra un enorme
árbol donde refugiados del calor,
charlamos sobre nuestras vidas y es aquí donde surgen las preguntas sin
respuestas, ¿Y Caidiya, y Salin? Las mujeres bajan la vista y el corazón se
encoje de tristeza y dolor. Son niños que mi cámara inmortalizó, y ya no están,
un millón de preguntas quedan sin respuesta en mi interior, la impotencia se mezcla
con la ira y la rabia, las lagrimas brotan en silencio y siempre, una mano
viene a posarse sobre mi hombro, dándome el consuelo que yo solo soy incapaz de
encontrar.
En
pleno siglo XXI el hombre es capaz de
escudriñar el sistema solar, tener información del mundo en un bolsillo o poder
operar a través de un monitor a miles de kilómetros. Sin embargo una simple
infección es capaz de arrancar la vida de un montón de niños que aún hoy siguen
siendo invisibles para este mundo asentado en la opulencia y la
ceguera.
1 comentario:
Tu corazón es más grande que la mejor foto que hayas podido hacer en tu vida, através de él sigues gritando, vociferando a los cuatro vientos, las injusticias que captan tus ojos de niño, intentando abrir los ojos de los ciejos, a una realidad que nadie quiere ver.
Y así seguirá siendo por siempre hasta la eternidad, tu corazón jamás se queda afónico de gritar.
Te quiero Maribel
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